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¿Qué tipo de madera se utiliza para las ventanas?

Las ventanas son esenciales en la construcción de cualquier tipo de vivienda o espacio. Es un elemento decorativo que dotará de un mayor valor estético a cualquier sala de tu hogar.

Sin embargo, se deben tener en cuenta aspectos funcionales tales como si aislará del ruido exterior, sus niveles de seguridad o bien los niveles de resistencia.

A la hora de elegir nuestras ventanas nos pueden venir muchas preguntas a la cabeza: ¿cómo seleccionar el mejor tipo de madera? ¿Qué detalles debo tener en cuenta?

En el siguiente post presentamos las principales características que diferencian las maderas que se utilizan en la elaboración de carpintería exterior, tanto madera dura como blanda, para que puedas solucionar todas tus dudas.

Características clave que debe tener la madera para ventanas exteriores

A priori, la elección de la madera debería ser fácil, tenemos que barajar una serie de características clave antes de la elección.


Te presentamos 5 de ellas que deberías valorar antes de tu elección:

  • Sostenibilidad: la utilización de materiales, en mayor o menor medida, genera una huella ambiental que afecta a nuestro planeta. La madera es un recurso natural, que procede de una materia prima viva y renovable, generando un impacto significativamente inferior que si utilizáramos otros elementos.
  • Eficiencia energética: El aislamiento térmico representa un desafío para los hogares actuales. La madera es un material energéticamente muy eficiente que ayuda a ahorrar grandes cantidades de energía y genera un menor gasto económico.
  • Calidez: La neuroarquitectura es la ciencia que trata de explicar las conexiones producidas entre las personas y los espacios que habitan. La madera, con una amplia gama de colores y acabados, es un elemento del diseño que brinda sensación de confort y estética.
  • Durabilidad: cuando seleccionamos las ventanas de nuestro hogar esperamos que duren para siempre. La carpintería reúne los beneficios de la durabilidad y resistencia natural. Además, nos ofrece la posibilidad de una vez que ha acabado su vida útil, sea posible reciclarla. 
  • Bajo mantenimiento: las carpinterías de madera, una vez colocadas, requieren un mantenimiento mínimo y disponen de amplios periodos de garantías. Existe la falsa creencia de que es necesario lijarlas, pero con la simple aplicación de aceite o cera se podrán mantener nutridas y evitar que surjan problemas durante un largo periodo de tiempo.

Aunque estas son solo algunas de las características a tener en cuenta a la hora de la elección, existen dos tipos de maderas utilizadas en la construcción de ventanas: duras y blandas.  Cada una de ellas tiene unas características que las hacen especiales y únicas para cada situación y cada espacio.

caracteristicas de la madera

Madera dura para ventanas

La madera dura procede de árboles con hojas anchas, también conocidas como hojas caducas. 

Estos las pierden durante el cambio de estaciones, más concretamente en invierno, para dejar el crecimiento a las nuevas en primavera. 

Los árboles de madera dura crecen lentamente y alcanzan grandes dimensiones, lo que hace que su madera sea más densa y resistente. 

Esto les proporciona una mayor durabilidad frente al paso del tiempo y las condiciones climáticas. 

Gracias a sus propiedades estéticas y su resistencia, la madera dura es una excelente opción para la fabricación de ventanas.


Aunque proceden de árboles distintos, sus condiciones de crecimiento brinda a las maderas duras unas características comunes. Las más interesantes son las siguientes:

  • Al proceder de árboles con un crecimiento muy lento hace que su producción y sustitución sea más difícil. El precio de la madera se encarece y su disponibilidad es menor.
  • La madera dentro del árbol crece en forma de anillos bien definidos, otorgándole una estructura interna compleja y compacta. Al ser menos porosa la hace más resistente a la humedad.
  • La mayoría de las especies de árboles de madera dura están protegidas por las instituciones, ya que tienen una mayor propensión a la extinción. 
  • Gozan de una mayor resistencia ante inclemencias tales como la intemperie, la humedad y los cambios bruscos de temperatura.

A continuación presentamos algunos de los tipos de madera dura más destacables:

El Roble

El roble es una madera que se ha utilizado históricamente para la construcción o la carpintería. El motivo se debe a que es una madera muy dura y resistente, además de ser muy polivalente y manipulable.

En Europa podemos encontrar dos especies distintas, el roble común o carvallo y el roble albar.  

Generalmente, se le conoce a ambas especies como roble europeo, ya que comparten muchas características y, en algunos casos, es muy difícil diferenciarlos.

La madera de roble tiene una densidad en torno a los 710 kg/m³, con fibra recta y grano grueso, es considerada como pesada o semipesada. 

Cuenta con una amplia variedad de colores, que abarca desde los marrones más claros y oscuros a tonos más rojizos y amarillentos. 

El acabado con barnices es exquisito y brillante. Su densidad le otorga una gran resistencia a la humedad y la hace muy duradera.

Eucalipto

La madera de eucalipto es conocida por su resistencia y durabilidad. Originaria de Oceanía, llegó a España a mediados del siglo XIX y se extendió rápidamente. 

El árbol se reproduce a gran velocidad y puede llegar a medir más de 130 metros. Existen gran variedad de especies, hasta 700, la mayoría de ellas en Australia y Nueva Guinea. 

Con una densidad de 780-830 kg/m³ al 12% de humedad la hace perfecta para la fabricación de carpintería exterior por su gran resistencia y durabilidad ante los impactos.

Iroko

Dentro de las maderas tropicales, el iroko es de las más resistentes y duras frente a la acción de hongos, termitas y sensible a los xilófagos marinos. Esta materia prima es conocida por su versatilidad de veteado y coloración.

Con una densidad de 650 kg/m³ es ideal para su utilización en carpintería exterior. Densa, dura, estable y muy resistente, es muy fácil de trabajar y su superficie queda con un acabado liso y agradable al tacto. 

No necesita mantenimiento y su color puede variar por la exposición a la luz, pero es fácilmente recuperable con una simple capa de aceite.


Cedro Bosse

La madera cedro bosse cuenta con una particularidad que la hace única: su color marrón rosado original con el paso del tiempo se oscurece. 

El bossé es un árbol que procede del oeste y en el centro de África. La producción y explotación de este árbol es estable, lo que lo convierte en una madera asequible.

La madera, con una densidad aparente al 12% de humedad 370 kg/m³, se caracteriza por su  gran peso, resistencia y homogeneidad. 

Aguanta muy bien la humedad y los climas cálidos, por lo que es muy apreciada en la utilización en carpintería exterior por su larga durabilidad. Además, es un material fácil de trabajar.

Maderas blandas para ventanas

La madera blanda, por su parte, procede de árboles de hoja perenne y que crecen más rápidamente que los de naturaleza dura. 

Este tipo de madera es muy común es usos tan cotidianos como la celulosa y creación de papel. 

Al ser más ligera que la madera dura es más fácil de trabajar. Los árboles de los que se extrae tienen ciclos de crecimiento más rápidos, la producción es mayor y los precios más asequibles.

Aunque provienen de árboles distintos, comparten características comunes:

Proceden de árboles de crecimiento rápido, generalmente perennes y coníferas.

  • Se denominan blandas por la facilidad con la que se trabajan. Pese a que el término puede sugerir lo contrario, pueden tener la misma o mayor dureza que las denominadas maderas duras.
  • La durabilidad suele ser algo menor y no deben ser tratadas, ya que pueden provocar que se astillen durante el propio mantenimiento.

A continuación presentamos algunos de los tipos de madera blanda que existen:

Pino

Es una madera bastante fácil de trabajar, barata y con una textura uniforme. El pino es una especie muy abundante y de rápido crecimiento, por ello, su coste es más bajo que otras maderas. Sin embargo, esto no significa que sea de una calidad inferior.

Con una densidad de 530-540-550 kg/m³ al 12% de contenido de humedad, es ligera y flexible. 

Tiene un grano recto y uniforme, lo que hace que sea fácil de unir y cortar. Aunque existen varios colores y acabados, es una madera clara. 

Normalmente, es una de las más usadas en mobiliario, carpintería y molduras. Tiene una buena durabilidad y, si se cuida adecuadamente, puede durar años.

Meranti

También conocido como caoba de filipinas, aunque no tiene nada que ver con la auténtica caoba, es una madera semipesada de un color que varía entre el rojo pálido y el rojo grisáceo. Aunque existen muchas especies, son únicamente cuatro las que se utilizan en carpintería. 

Su densidad media al 12% de humedad es de 680 kg/m³ lo que la convierte en una madera no muy duradera, aunque con tratamientos específicos puede aumentar su vida útil.

Castaño

La madera de castaño tiene una gran estabilidad frente a los cambios repentinos de humedad. 

Es una de las pocas maderas autóctonas de la península ibérica y se le conoce como castaño dulce o común.

Cuenta con una densidad media de 590 kg/m³ al 12% de humedad, lo que le otorga una baja permeabilidad y una gran resistencia a climas templados. 

Posee un color marrón amarillento sin líneas brillantes. La madera de castaño se puede trabajar de manera fácil y  se ha utilizado históricamente para la construcción, la carpintería y la fabricación de muebles.

Ventajas frente a otros materiales

A lo largo de la historia, la madera ha sido uno de los materiales más utilizados y valorados, y hoy en día, sigue siendo una de las opciones más utilizadas. 

Más allá de su apariencia y gracias a sus propiedades, es una alternativa ideal para proyectos arquitectónicos. La madera aporta múltiples ventajas frente a otros materiales como puede ser pvc o aluminio.

La madera se puede trabajar en taller. La capacidad de adaptar las ventanas a diferentes formas y tamaños reduce el tiempo de montaje y facilita el transporte.

Además, la madera, al proceder de una materia prima viva, se adapta a las condiciones climáticas, aportando las características concretas de cada madera utilizada.  

Es un excelente aislante acústico y térmico. Debido a su densidad y baja conductividad, absorbe la energía del sonido y evita las pérdidas de calor en nuestro hogar. 

A pesar de lo que se pueda pensar, son resistentes al fuego. Múltiples pruebas científicas avalan la teoría de que la madera es más resistente al fuego que otros materiales que consideraríamos ignífugos. Se han desarrollado certificaciones concretas sobre este tema.

Es un material ecológico que respeta el medio ambiente y reduce la huella de carbono. Su producción proviene de árboles que retienen el CO2 durante todo su ciclo de vida, ayudando a reducir y aliviar los gases de efecto invernadero en la atmósfera. 

¿Cómo elegir el tipo de madera ideal según el clima y el estilo de la vivienda?

No es lo mismo un clima tropical que un clima seco, por ello la elección de la madera para nuestras ventanas es algo a valorar. 

Si vivimos en climas lluviosos, o en zonas costeras, lo mejor es seleccionar maderas resistentes a la humedad y al ataque de los hongos, como el iroko o el roble. 

Para climas más cálidos y secos, podemos que optar por maderas adecuadas para resistir la sequedad, como el pino o el castaño.

La estética es otro factor clave. Las maderas duras, más oscuras en tonalidades, aportan sensación de calidez y elegancia, especialmente en viviendas de estilo clásico o históricas. El roble o el iroko son perfectos en este caso. 

A diferencia de estas maderas, las blandas, como el meranti o el pino, tienen tonalidades más claras. Perfectas para estilos rústicos o escandinavo, proporcionan una apariencia más ligera y acogedora.

Al seleccionar la madera adecuada para tus ventanas, busca un equilibrio entre la estética, la durabilidad y la funcionalidad, siempre teniendo en cuenta el clima y el estilo de tu vivienda.

Como has podido observar, las ventanas pueden ser realizadas con materiales tan diversos como la madera dura o blanda. Sin embargo, para conocer cuál es la mejor opción, debemos conocer cada caso a fondo de manera personalizada. 

En Torrero Torinco contamos con profesionales dispuestos a sacar la mejor versión de tu vivienda, ayudando a dotarla de una mayor luminosidad. 

¿Necesitas conocer más información al respecto? No lo dudes y ponte en contacto con nuestro equipo.

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